Mijain Lopez el medallista cubano que ha puesto a Cuba en lo alto, también ha dejado a otros cubanos muy bajo, sobre todo cuando alza su mano para reprimir la libertad individual, lo demostró incluso fuera de Cuba en un incidente en Chile y aunque ha ganado medalla y pudiera sentir orgullo de su dominio aportando a Cuba en una olimpiada, mi conciencia no me deja regocijarme que un abusador, vendido al poder que ha empobrecido a mis coterráneos se haga de gloria.
No quisiera criticar a quienes sienten orgullo y perdonan fácilmente la bofetada, cuando todavía en Cuba no se respeta al individuo y se sigue mancillando las libertades de expresión, de asociación y se continúa expulsando los talentos fuera, que alguien como este amasijo de carne oscura se las de abusador y campeón no me da gracia. Es mas bien deshonroso dar culto a un régimen que reprime, que denigra al ser humano y aplasta la verdad. El forma parte de ese enemigo que hablaba Martí, es parte de ese poema Adala en su peor momento, porque avala, concreta la validación de un gobierno que no es Cuba y de un traidor como lo es Diaz Canel quien ha llamado al combate y ha continuado la división entre los cubanos.
Yo le daría la medalla inversa, esa medalla que lo tilda de tirano, de irresponsable, de lame culo del dictador, de esa forma si estaría de acuerdo con la coronación de campeón mundial, abusador supremo lamedor de botas de sus dueños .
La imagen que siempre me viene a la mente cuando veo a este sujeto es el viejo esclavo de la película de Tarantino “Django Unchained” no existe nada más parecido.