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Un ex funcionario nicaragüense revela cómo opera la “mafia” de los vuelos irregulares de cubanos

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Varios pasajeros en la cola para hacer el 'check-in' de un vuelo de Air Century en la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana / 14ymedio

14 y Medio muestra el siguiente reportaje.

MADRID/“Esto es una mafia, es como una película de Netflix o de Hollywood”. Así de contundente se muestra un ex funcionario de la Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales de Nicaragua (EAAI) que, bajo condición de anonimato, revela a los medios Confidencial y Esta Semana cómo opera el tráfico de migrantes desde Managua a Estados Unidos a través de vuelos chárter y que involucra en gran medida a cubanos.

En una entrevista publicada este lunes con Carlos Fernando Chamorro, fundador y director de ambos medios –que funcionan desde el exilio después de que el presidente Daniel Ortega los clausurara–, el ex funcionario, un experto en servicios aeroportuarios que se hace llamar Orlando, apunta a la empresa Easy Aviation, registrada en Miami, Florida, como el principal eslabón en todo un engranaje de corrupción. Este involucra no solamente a las aerolíneas, sino a la propia EAAI, la Dirección de Migración y Aeronáutica Civil.

“Utilizan las instituciones que se supone deberían de ser serias para realizar algo ilícito, como es el transporte de migrantes que vienen en situación no regular”, asevera la misma fuente. Él se encargaba de la coordinación y ejecución de la operación en tierra tanto de vuelos comerciales como chárter y renunció a su puesto el año pasado por “malestar con la gerencia”.

“Utilizan las instituciones que se supone deberían de ser serias para realizar algo ilícito, como es el transporte de migrantes que vienen en situación no regular”

Según su testimonio, todo comenzó en 2021, “con un puente aéreo La Habana-Managua para transportar a miles de migrantes cubanos hacia Estados Unidos, y ha continuado ininterrumpidamente durante cuatro años, diversificándose con vuelos intercontinentales”. La fecha proporcionada por Orlando coincide con el acuerdo entre el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel y su homólogo nicaragüense de permitir el ingreso de nacionales de la Isla al país centroamericano sin visado. El anuncio se produjo a finales de noviembre de aquel año, tras la frustrada Marcha Cívica por el Cambio y cuatro meses después de las históricas manifestaciones del 11J, y fue el pistoletazo de salida del mayor éxodo de la historia de Cuba.

En un principio, explica Orlando, los vuelos chárter en Nicaragua se dieron “en el contexto de la pandemia”, para repatriar a ciudadanos estadounidenses o europeos a sus países o a nicaragüenses que estaban en el exterior y que habían quedado varados cuando se cerraron los vuelos comerciales por el covid-19. Después, comenzaron a haber “vuelos provenientes del Caribe, con ciudadanos cubanos principalmente, que venían a Nicaragua a hacer turismo de compras, según lo que se nos planteaba en las reuniones antes de manejar estos vuelos”.

Pronto les quedó claro que los cubanos no iban a Managua con ese propósito: “Varios meses después ya todos los trabajadores sabíamos que el motivo principal del ingreso era el trampolín hacia Estados Unidos”. A modo de ejemplo, detalla que los aviones llegaban completamente llenos, “con 150 pasajeros cubanos y se regresaban cinco, máximo diez”. Los nacionales de la Isla, prosigue su relato, “se asombraban al ver los refrigeradores abastecidos. Entonces ya sabíamos nosotros que no venían a hacer turismo de compra, por la manera en que ellos se comportaban”. 

“Se asombraban al ver los refrigeradores abastecidos. Entonces ya sabíamos nosotros que no venían a hacer turismo de compra, por la manera en que ellos se comportaban”

Cada día había “al menos” cinco vuelos entre 50 y 150 pasajeros, indica la publicación, que se mantuvieron constantes hasta que la Administración de Joe Biden estableció el programa de parole humanitario, a principios de 2023. Entonces disminuyeron.

Confidencial estima, en cualquier caso, que entre mayo de 2023 y mayo de 2024 aterrizaron en Managua 1.475 vuelos chárter con más de 191.000 pasajeros, “la mayoría provenientes de Haití, Cuba, República Dominicana y otros países del Caribe”. También arribaron entre 30 y 40 vuelos chárter intercontinentales “provenientes de Libia, Senegal, India, de varios países asiáticos o de aeropuertos europeos de Alemania y Francia”.

Algunos de estos últimos están precisamente en el punto de mira de Washington por considerarlos cómplices de la inmigración ilegal en su territorio. Algunas evidencias apuntan, además, a que parte de la ola migratoria irregular puede estar relacionada con el interés de Vladímir Putin de desestabilizar a EE UU. El pasado 13 de junio, el Departamento de Estado anunció restricciones de visado al ejecutivo de una aerolínea de los que no reveló el nombre pero que la prensa independiente nicaragüense identificó como Mohamed Ben Ayad y Ghadames Airlines, de Libia. Fuentes de 14ymedio en Trípoli, sin embargo, revelaron que la aerolínea acababa de ser vendida y que está a nombre de uno de los hijos del mariscal Jalifa Haftar, aliado del presidente ruso.

Algunas evidencias apuntan, además, a que parte de la ola migratoria irregular puede estar relacionada con el interés de Vladímir Putin de desestabilizar a EE UU

Orlando, la fuente de Confidencial, explica que en todo el operativo fue fundamental el papel de intermediario de Easy Aviation, cuya página web, comprueba 14ymedio, se encuentra fuera de servicio. La empresa está registrada en Miami, observa Carlos F. Chamorro, al menos desde 2018, pero tiene sus oficinas en el Aeropuerto de Managua. Al frente de ella se encuentran, explica el periodista, tres ciudadanos nicaragüenses –Silvio Otero Quiroz, Geovanny Jaén Arróliga e Iván Abdul Olivares Lacayo–, uno de ellos también con nacionalidad estadounidense.

Tal y como explica Orlando, “Easy Aviation contrataba la aerolínea chárter para hacer una determinada ruta. Posteriormente, gestionaba y pagaba los permisos de Aeronáutica Civil. Y cuando el avión estaba en el país o aterrizaba en el aeropuerto, pagaba a la Empresa de Aeropuertos por los servicios realizados, es decir, los derechos de aterrizaje y despegue, personal de operaciones y rampa, entre otros servicios, y se encargaba de cobrarle al cliente final, es decir, a la agencia de viajes o a los migrantes directamente”.

El ex funcionario señala a Geovanny Jaén, gerente y socio de Easy Aviation, como la persona clave en todo el proceso: “Consigue los permisos de Aeronáutica Civil aprobados de forma expedita. A él precisamente no se le pone ninguna objeción de parte de las autoridades de Aeronáutica Civil y una vez que ya tiene su permiso aprobado, él envía la programación y los planes de vuelo a nosotros en el aeropuerto. Así mismo, una vez que llegaba el vuelo y la operación terminaba, él pagaba de inmediato en Tesorería de vuelos privados [en] las oficinas de la Empresa Administradora de Aeropuertos, una vez que despegaba el avión”. Y sentencia: “En el Aeropuerto de Managua este tipo de vuelos chárter de migrantes solamente Geovanny Jaén, a través de Easy Aviation, es quien ejerce y articula la operación. No hay ninguna otra empresa que se encargue de manejar o de llevar a cabo esta operación”. 

Lea el articulo completo en 14Ymedio

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