En un cambio de paradigma sin precedentes, las redes sociales están redefiniendo el concepto de entretenimiento, información y comunicación en Cuba, eclipsando a la tradicional televisión cubana. Este fenómeno no es exclusivo de la isla; sin embargo, en el contexto cubano, representa un salto cuántico hacia la modernidad y la globalización de la información. Las restricciones históricas en el acceso a la información y el control estatal sobre los medios han llevado a que la población busque alternativas más libres y diversificadas en el ciberespacio.
La irrupción de internet en Cuba, aunque más tardía en comparación con otros países, ha tenido un impacto profundo y transformador. Plataformas como Facebook, Twitter, YouTube e Instagram han abierto ventanas al mundo, permitiendo no solo el acceso a información internacional en tiempo real sino también la posibilidad de compartir la cotidianidad cubana con una audiencia global. Este fenómeno ha sido catalizado por la mejora en la infraestructura de telecomunicaciones en la isla, incluyendo la expansión del acceso a internet móvil desde 2018.
Las redes sociales han emergido como foros de debate, espacios de encuentro para comunidades dispersas y, quizás lo más importante, como una fuente alternativa de noticias y entretenimiento. Los influencers y creadores de contenido cubanos ganan popularidad, ofreciendo perspectivas locales e internacionales que contrastan con el discurso oficialista tradicionalmente presente en los medios estatales. Estos nuevos medios digitales ofrecen contenido variado que va desde tutoriales, humor, crítica social, hasta análisis políticos y culturales, llenando un vacío dejado por la programación televisiva estatal, a menudo percibida como desactualizada y monotemática.
Un aspecto notable de esta transición es cómo las redes sociales han facilitado un flujo bidireccional de información. Los cubanos no solo consumen contenido; también lo producen, transformando la narrativa sobre Cuba tanto interna como externamente. Esto ha llevado a una mayor pluralidad de voces y opiniones, democratizando la información en un país donde el espectro mediático ha sido históricamente limitado.
Sin embargo, este cambio no está exento de desafíos. El acceso a internet en Cuba sigue siendo costoso y técnicamente limitado para muchos, lo que significa que, mientras una porción de la población se sumerge en el vasto mar de la información digital, otra aún permanece a la deriva, dependiente de los medios tradicionales. Además, la proliferación de noticias y contenidos en las redes sociales también ha planteado preocupaciones sobre la desinformación y la polarización.
En conclusión, aunque la televisión estatal cubana continúa desempeñando un papel en la vida de muchos cubanos, las redes sociales están redefiniendo rápidamente el paisaje mediático de la isla. Representan un cambio cultural profundo, ofreciendo una ventana a un mundo más amplio y diverso de información y entretenimiento. Este fenómeno subraya la importancia de seguir mejorando el acceso a internet en la isla, asegurando que todos los cubanos puedan beneficiarse de las oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales. La era digital en Cuba está en plena evolución, y con ella, la promesa de una sociedad más informada, conectada y plural.
Los ultimos acontecimientos en Cuba es prueba del poder de la información y como la respuesta represiva de la dictadura se ha contenido.
